En The Knife, el ex proyecto de la conflictuadita Karin Dreijer Anderssons, el universo era opaco, con bombardeos rítmicos de electropop nórdico. Pero un día Karin se despertó mal llevada y formó Fever Ray, un oscurísimo y siniestro plan donde la música se vuelve tan sombría que no hay lugar para el mínimo rayo de sol.

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Fever Ray-When I Grow Up

Fever Ray es Karin y diez voces al mismo tiempo. Pero sigue siendo ella sola. El sueño más pesado de David Lynch compactados en clips que parecen un film de terror. Eso es Fever Ray. Su debut es un muestrario del hipnotismo de la sueca que reencarna en Bjork, Emiliana Torrini (dos islandesas, oh casualidad), Tori Amos y una retorcida Laurie Anderson, y cuenta solamente con la ayuda de una tal Cecilia Nordlund como partner in crime en “Keep the streets empty for me”. No esperen sentimientos o emociones en Fever Ray. No hay. No existen. Como un cuerpo sin sangre. Como los ojos muertos de un adicto. “Si tuviera un corazón… te lo daría”, canta la rubia en “If a had a heart”. Y le creo. (Dany Jimenez)